Argumento

Una mañana dos funcionarios se presentan en la pensión donde vive el gerente bancario Josef K. para informarle de que se le acaba de abrir un procedimiento judicial cuya causa desconocen. Le comunican que debe presentarse de inmediato en los juzgados para aclarar su situación. A partir de ese momento, la vida de K. se va a ver atrapada en un absurdo e interminable proceso que, como indica uno de los miembros del tribunal, incluye en sí la propia condena del acusado.

Un tío de K. decide, entonces, ayudar a su sobrino y lo pone en contacto con un abogado amigo suyo, para que, aun a pesar de la enfermedad que lo mantiene en cama, se haga cargo de su defensa. Sin embargo, las gestiones del letrado Huld no terminan de dar fruto, por lo que K. decide finalmente hacerse cargo él mismo de su propio caso. Se pone en contacto entonces con el pintor Titorelli, persona bien relacionada en los tribunales al ser retratista de jueces, quien no le garantiza una sentencia absolutoria, tan solo, y en el mejor de los casos, un prolongado aplazamiento de la causa.

El sinsentido y la frustración van en aumento hasta que, finalmente, dos guardias vienen a buscar al inculpado, lo conducen a una cantera a las afueras de la ciudad, y allí, sumaria y burocráticamente, ejecutan la sentencia de muerte. Antes de expirar Josef K. aún manifiesta una extraña culpabilidad.

Nota del director

Los juicios son representaciones teatrales y viceversa. Ahi´ tenemos esa obra maestra Las Eume´nides, en que Esquilo plasma el proceso contra Orestes en el Aero´pago ateniense. Josef K. en nuestra versio´n tambie´n se enfrenta al tribunal de la ciudadani´a, la del pu´blico de nuestro tiempo que observa en la distancia del espectador los desmanes de un imperecedero entramado burocra´tico-administrativo cuya u´nica lo´gica y razo´n de ser es su propia subsistencia. Nosotros contemplamos las tribulaciones del infortunado Josef K., y este a su vez, nos contempla impotente esperando -como espera de ese anciano que ve asomado a la ventana momentos antes de ser ejecutado- una intervencio´n salvadora en el u´ltimo momento que nunca ha de llegar.

Nuestra puesta en escena se inspira en el relato que el personaje del capella´n de la ca´rcel le refiere a K. en el penu´ltimo capi´tulo de la novela: la historia del reo que permanecio´ toda su vida a las Puertas de la Justicia tratando infructuosamente de franquearlas hasta perecer en el intento. El acceso cegado a unos arcanos inaccesibles al comu´n de los mortales se concreta visualmente en una concepcio´n escenogra´fica que remite a la oscura sacralidad de un arbitrario aparato judicial, sobre cuyo estrado actu´a un coro kafkiano como un personaje proteico y multiforme, acaso la encarnacio´n de las peores pesadillas del acusado Josef K. y tambie´n de las de todos nosotros, tal que las peligrosas furias que atormentaron y acusaron a Orestes en Las Eume´nides.

Equipo

Versión y dirección: Ernesto Caballero
Reparto: Felipe Ansola (Estudiante, Azotador, Fabricante), Olivia Baglivi (Señora Bürstner, Leni, Niña Titorelli 1), Jorge Basanta (Willem, Huld), Carlos Hipólito (Josef K.), Alberto Jiménez (Franz, El pintor Titorelli, El capellán de la prisión), Paco Ochoa (Juez instructor, Hombre alto, El tío Albert, Block), Ainhoa Santamaría (Señora Grubach, Mujer del juzgado, Niña Titorelli 2), Juan Carlos Talavera (Inspector, Ujier, Jefe de departamento)
Escenografía: Monica Boromello
Iluminación: Paco Ariza
Vestuario: Anna Tusell
Música original: José María Sánchez-Verdú
Espacio sonoro: Miguel Agramonte
Caracterización: Sara Álvarez
Movimiento: José Luis Sendarrubias
Ayudante de dirección: Pablo Quijano
Ayudante de escenografía: Mauro Coll
Auydante de vestuario: Eleni Chaidemenaki
Ayudante de iluminación: Daniel Checa
Prácticas de Dramaturgia y Dirección: Isabel Gorrachategui (Escuela TAI)
Fotografía: Luz Soria
Vídeo: Bárbara Sánchez Palomero
Coproducción: Centro Dramático Nacional y Lantia Escénica