Cuando recibí la invitación a armar una mesa de diálogo en torno a Los gestos, pensé que más pertinente que sentarse a hablar era poder establecer un diálogo escénico. Ya que de gestos se trata, en vez de pensar con palabras e interpretaciones, pensar en y con el cuerpo, escénicamente. Por otra parte, hace tiempo que me parece fundamental insistir en reconocer la escena como el medio común que elegimos quienes nos dedicamos a las artes en vivo. Y que separar teatro, música y danza sólo trae estrechez de miras.
Entonces hablé con Mónica Valenciano, una de las creadoras escénicas cuyo trabajo más admiro, y le propuse tener este encuentro en el que a partir de palabras/consignas (en lugar de las preguntas de la mesa que no será) ella pudiera responder improvisando escénicamente, compartiendo presencia.
Afortunadamente, a pesar de -¿o gracias a?- el salto al vacío que implica la vastedad de la propuesta, Mónica dijo que sí.
Se trata de compartir una duración, alertas a la aparición de los gestos que se vayan manifestando, para luego charlar con Mónica y el equipo de la obra acerca de la experiencia.
Y tal vez, quien sabe, inauguremos un nuevo modo de mesas redondas. Unas mesas sin mesa, con espacio para ver y escuchar cómo piensa la escena a través de nuestros cuerpos.
Una propuesta de Pablo Messiez, con la participación de Mónica Valenciano.